martes, 8 de mayo de 2007

Sleeping Together. Pero together, together: London Calling (III)

Llegar en avión al aeropuerto de Londres es como tener un tío en Alcalá, que ni tienes tio, ni tienes ná. Porque claro, llegas a tropocientos kilómetros y nada más llegar, te entre la primera paranoia: ¿Cómo viajo hasta Londres? ¿Y cómo viajo luego por Londres?

Las alternativas propuestas desde el Aeropuerto de Stansted (el que fuí) son dos:
1- Tren. Llamado: Stansted Express.
2- Autobus. Llamado: National Express.



Y pese a que me moría de ganas de la segunda sólo por cantar la cancioncita que he puesto aquí arriba, la elegida fue la primera, por la rapidez que ofrecía combinándola con el metro para llegar al hotel. Y ahí vino el jaleo.

Porque el trenecito chu-chu costaba 25 libras ida y vuelta (37 euros) y toca amochar porque si no no sales del aeropuerto (e igual te hacen pagar tasas por permanecer más de 2 minutos en el mismo lugar). Pero es que el metro, el metro de Londres, el metro viejo, desvencijado, chuchurrío, que es fundamental para moverse por esa ciudad... ¡Cuesta 4 libras! (6 euracos, chaval). Y eso, eso duele.

Pero como yo soy un pesado y antes de ir a ningún sitio me leo millones de guías, reportajes, páginas web y comentarios al respecto de todo el mundo, en varios idiomas, me enteré de un método de pago que te hace una rebaja acongojante: La Tarjeta Oyster. Es un sistema de tarjeta-monedero que cargas con pasta en cualquier taquilla y la pasas al subir a metro o bus. De 4 libras el viaje de metro te lo deja en 1,5 y de 2 libras el de bus lo deja en 1. Tras minutos de sufrimiento para asegurarse de que lo que había leído era cierto (cualquiera se fia de mis traducciones) nos hicimos con ella. Galahansejo: Si vais a Londres, pilladla, ¡son todo ventajas!.

Así que nos montamos en el metro (main the gap!!) y nos dirigimos al hotel.

La historia del hotel en verdad empieza hace un mes, cuando buscábamos alojamiento por internet. Resulta que por allí arriba el 1 de Mayo también era fiesta (May Day, que suena a que vaya a explotar Londres o algo), así que en el puente tooooda la gente había pensado en ir a Londres en comandita. Conclusión: Estaba todo pilladísimo. Pero entre el todo-todo-todo, destacaba el sábado que estaba sencillamente imposible. Ni albergues. Ni bancos del parque. Así que nos tocó reservar un hotel para el sábado y otro distinto para las otras 3 noches (juro que fué imposible pillar uno que tuviera los 4 días). Eso sí, el del sábado salía bastante más caro.

Pues allá nos dirigíamos, al hotel del sábado. Hotel Hallam, al ladito de Oxford Circus, muy bien situado, habitación doble, desayuno, muy majamente niano nianooooo... y cuando llegamos, nuestra amable recepcionista nos sonríe. ¿Qué más podemos pedir?.
Pues... por ejemplo... ¡emoción!
La señora dice que quien narices somos, que a ella no le viene nada.

Pánico.

- ¿Nada? ¿De nada? Pero... pero si aquí hay un papelito que tenemos que dice...
- No me viene nada ni por su nombre ni por el de ella.
- Pero no puede ser... ¡si hasta hemos pagado un adelanto!
- Nop. Nada.
- Pero... Bueno ¿y cuanto cuesta la habitación sin reserva?
- No, si está el hotel completo. No queda nada. No vacancy.
- ¿Pero qué dice esta de vacancis? A mi si que me las estais dando ¿¿No queda nada??
- No. Y dudo que encuentre algo porque está todo Londres hoy...

Más pánico. Terror. En Rates To Go no nos cogían el teléfono y nos emplazaban amigablemente a llamarles de lunes a viernes, de 9 a 19 horas. La señora nos miraba entre apurada, agobiada y apardalada. Genial. No había manera de solucionar eso. O buscar otro hotel o buscar un puente majo... o ir a un pub y hacer amigos.
Y entonces, llegó la salvación. La recepcionista y el responsable del Hotel nos ofrecieron una alternativa. Una luz se iluminaba. ¡Una solución quiero!

- Os puedo dar una habitación "single", pero es que es... muy pequeña. Very small room.
- ¡Vale! ¡Vale! Lo que sea, lo que sea. ¡Perfécto!
- Pero es very very very small room...
- ¿Más que dormir dentro de la maleta? Venga, que sí, que da igual, aunque sea uno en la cama y otro en el suelo, nos apañaremos.
- Eh... uh... ¿en qué suelo?
- ¿Perdón?
- No, nada, sorry. Bueno, yo os la enseño y ya diréis (you'll see). Eso sí, os la dejo en la mitad.
- A que majo, vale, vale, genial... esto... la habitación. ¿Podemos subir a verla?
- Of course pero very very small.
- Que sí, pesao (heavy) venga, ¿cual es?
- Esta:

Efectivamente. Esta era la habitación. No están trucadas las fotos. De hecho, creo que no hacen justicia en absoluto: era mucho más pequeña. Y el baño no lo enseño porque era la cámara o yo. Los dos no cabíamos.

Y evidentemente, no había sitio en el suelo para dormir. En la cama sólo podía tumbarse una sardina delgada junto a una anchoa deshidratada. Y para que uno llegara al servicio, el otro debía salir de la habitación. Pero ahí dormimos. Una noche enterita. Como unos campeones (Champions) ¡Ah, juventud! ¡Ah, locura!

Eso sí, tal y como la vimos llamamos desesperados al hotel que teníamos reservado para los siguientes días y comprobamos que esa reserva estaba correcta. Lo estaba. Buf! Aunque por supuesto, no tenían libres para ir ese mismo día, así que la primera noche era inevitable... ¡a la lata de sardinas! ¡Wonderfull spam!

Tras el check in pasamos el día por Londres y cuando regresamos, la intrépida viajera de intrépidos ojos que casi no cabían en la habitaciónpidió la llave al encargado del turno de noche. Se la dió. Y luego me preguntó que a cual iba yo. "The same". Y vi mi primera cara de flipe en inglés. "Eh... ok" y miró para otro lado como diciendo "no quiero saber".

Supongo que no le explicaría nada el encargado que, al irnos por la mañana, dijo: "Luego intentaré subir a ver qué podemos hacer para que estén más cómodos". Y la verdad, no se qué debió hacer al entrar en la habitación. Imagino que reir o llorar. Sólo tumbando la habitación cabríamos decentemente tumbados. Eso sí, el techo sería bajito bajito.

Al día siguiente desayunamos (estaba incluido) como campeones. English breakfast. Y cuando nos dirigimos a pagar nos miraban con cara de condescendencia:
- Bueno, pues aquí estamos. Me desencajo el hombro y hacemos el Check Out, ¿vale? Arg. Ya.
- Ok. It's all right.
- Vale, pero cóbrame. Dijisteis que la mitad así que...
- No, no. It's Free.
- ...
- Bye.
- Well but... ¿it's free?
- Yeah. I'm sorry. Good luck.
- ¿¿Free??

Mientras, la mano de la intrépida periodista de intrépidos ojazos somnolientos me estiraba, cogiendo las maletas y diciendo: "¡Thanks, bye!".
Luego, en la calle, corrimos por si cambiaban de opinión.

Estos ingleses, son la leche. Los amo. Madre mía. Educados, gentiles, amables.Son grandes. Pero sus habitaciones...
Aun así, ¡Gracias Hotel Hallam!

Y por supuesto: Continuará...
.
.

17 comentarios:

Mel Alcoholica dijo...

Envidiable cordialidad británica. Tal vez esa noche no dormisteis muy bien, pero vuestra cartera se quedaría descansada.

Tamaruca dijo...

¡Jajajajaja! ¿Aún ibas a pagar algo después de la faena que os hicieron? Anda que... ¡menos mal que intrépidos ojazos tiró de tí!

Lo del baño ha sido buenísimo, "la cámara o yo" Me recordaste un piso en el que estuve de alquiler en el que podías hacer pis, lavarte los dientes y ducharte a la vez, diseñado por una mente privilegiada "cómo construir un baño completo en 90 cm2"

El Autor dijo...

Hay algo aqui que se me escapa.
Si, sí, falta una secuencia.

Porque si el personaje de Galahan reserva un hotel y lo paga por adelantado y aún así cuando llega le dicen "Te has quedado sin nada, chato" no me pega mucho esa actitud tan "Jo, debe haber alguna alternativa" Yo creo que debió ser algo más del tipo Balrog de Moria y que eso fue lo que propició el "No nos pegue, por favor, la habitación es gratis"

En fins... Who knows!

Galahan dijo...

Mel: Sí, sí, la cartera se quedó descansadita.
Y la verdad, tampoco dormimos taaaan mal. Era más el susto, luego te haces a todo. Por lo menos yo.

Pero porque sabíamos que era sólo una noche, que si no cunde el pánico.

Tamaruca: Yo soy muy Polite también y si se había pactado un precio y no había protestado, yo lo pago. Así me va :P

Y juas, lo del piso me suena bastante. Yo he estado en cada uno! Que casi podía hacer la comida desde la cama!
Y me refiero a la comida de alimentarse y eso. Que os veo. Buitres.

Dani: Jajaja, maldito. Eso es mentira! Si no pregúntale a la "Intrépida etc..." que yo en esos momentos no mato ni ná. Si además la culpa no era de ellos. Era de Rates To Go. Lo que no se qué hubiera pasado es si me llegan a coger el teléfono...

Y vaya famita me das, si soy un angelito! Eso sí, mi compi de curro (Tarado Espacial) lo ha leído y se ha descojonado diciendo "cómo te conocen". ¡Ya os vale!

Envidiosos!

Yo que se por qué.
:P

Víbora dijo...

¡Amos hombre!

Reconoce que previamente untaste al conserje para dormir encima o debajo de la intrépida...

Ahora, que si me juras (por E. Aragón) que es cierto... tomo nota de que para viajar a Londres hay que buscar un finde completo y pasarse por el Hotel Hallam. Yo, si es de gorra, duermo enroscado a una lámpara si hace falta.

Ah, y junto a un "circus", no si lo tuyo es predestinación y lo demás un timo de la estampita.

Galahan dijo...

Eh! Víbora lo juro, lo juro!
Si no que pase la intrépida y que lo vea. De gorra y con desayuno.

Pobres, si lo hicieron porque les dábamos penita. Más majos...

Y no se yo, pero ambos medimos 1'80 casi y dormir, lo que es dormir, uno encima del otro puede resultar mortífero. Por lo menos si yo soy el que aplasta. Ella es liviana cual pluma de cisne, por supuesto!

:D

Y lo del circus me ha encantado, jajajaja. Ya te digo.

Victoria dijo...

Humm... Creo que sé porqué os la dejaron gratis... Se dieron cuenta de la metedura de pata, encontraron vuestra reserva y para no meterse en líos de demandas y tal, os dieron la noche gratis.

¡Estaré atenta a los siguientes capítulos! Esto promete ;-D

Ruvias Intelijentes dijo...

madresnuestras!!! pero pequenya, pequenya. ainnnns, a nosotras tamvien nos a traido recuerdos de pisos antiguos. estuvimos hen uno en roma que podias tener una parte de tu cuerpo en la cocina, otra en el banyo i otra en la avitacion/salon sin dislocarte nada. que cosas!!!

vesis a los intrepidos biajeros!!

Mer dijo...

Y pensar que yo me quejaba de que mi hotel en Londres no tuviera armario!!!! Era un palacio comparado con eso!

Anónimo dijo...

Jajjaaaaa. ¡¡Qué buenoooo!! Sorpresas mil deparan los hoteles reservados por internet. A mi me pasó en Madrid, reserva de habitación en hotelito junto al Real, todo mono. Cuando llegamos, todo bien, baño con ducha, lavabo..., ¡¡y sin váter!! El váter estaba en el pasillo y era compartido. Lo que tú dices, juventud, alegría, locura, aventura...

Enttropia dijo...

Vengaaaa!! Quiero leer London Calling IV!

¿Vas a contar lo de Match Point?

Galahan dijo...

Miss Sinner: Pues yo también lo pensé pero mira, no lo confirmamos por aquello de salir corriendo. Jeje!

Ruvis: Buah, de pisos romanos si que no tengo ni idea. Pero por lo que he visto, los hoteles en Londres son parecidos (por lo menos en los "permitibles")! Vesis pa ti!

Mer: Sí, yo creo que hasta mi burro para la ropa de Ikea tiene más espacio.

Ruth: Joer, lo del váter compartido es algo que intenté evitar por Londres, que a mi esas cosas... Pero te avisaban en las webs, eso sí.

Galahan dijo...

Enttropia: Hombreeeeeeeee (mujer) tú por aquí! :D
Y ya voy, ya voy, carai!

Y no me hagas Spoilers, por dios!

Tanto!

Andrea dijo...

Hombre, gratis, gratis... pagasteis un adelanto! :)

Galahan dijo...

Ya está reclamado, ya :)

Anónimo dijo...

Free? How amazing.

estrella dijo...

Y suerte tuvisteis de que la habitación tuviera baño!! Cuando fui a Londres cogimos una habitación doble con baño, y era de esos prefabricados, de 1m x 1m. Aun así, fuimos capaces de que uno se lavara los dientes mientras que el otro se duchaba. Lo único que los dos acabamos con el culo bajo la ducha en esta operación...

Me ha gustado mucho esta aventurilla, me pasaré más veces por aquí ;)

Saludos!