Los cimientos de una institución histórica, se han visto tambalear. O por lo menos, deberían haberse visto así. Pero no, todavía no será posible observar el derrumbe... hasta que este artículo, este post, salga a la luz. Creo... espero que el acontecimiento no acabe con la vida de mi blog. Pero este intrépido investigador está dispuesto a correr con los riesgos.
Cuando el juicio del 11M está en todas las portadas. Cuando las teorías conspiratorias parecen ahora patatas calientes que se van pasando desde voceros de la iglesia a directores de periódicos mundiales con un "has sido tú" vergonzoso. Cuando gente, demócrata de toda la vida, sale a la calle a protestar "concesiones" a terroristas de ETA portando carteles sobre atentados de otros grupos terroristas distintos... como queriendo decir algo. Cuando todo esto ocurre... Un acontecimiento aparentemente casual hace saltar por los aires el mundo tal y como lo conocíamos.
Todo empezó el sábado. Me disponía alegremente a visitar el
Palacio Real, en Madrid, acompañado por una intrépida periodista de intrépidos ojazos. La idea era cotillear por los pasillos, pensar cosas como "yo debería haber sido diplomática" y ver qué había por allí, que no teníamos ni idea.
Con la entrada nos avisan que aún tardará una hora en empezar la visita guiada, así que podemos aprovechar para ver el patio de armas y las salas que quedan fuera de la visita: La armería y la Real Farmacia. Decidimos hacerlo, aunque con la sensación de que no íbamos ver nada interesante, puesto que, si se encuentra fuera de la visita, por algo será. Pero no estábamos en lo cierto. Claro que eran interesantes (de hecho la Armería es de flipar, aviso) y claro que tenían cosas curiosas... es más ¡allí encontramos el revelador documento que voy a mostrar!
En la Real Farmacia.
Custodiada por un funcionario de Patrimonio aparentemente despistado pero sin duda sabedor de lo que escondía... Oculto en una habitación incomprensiblemente oscura (el resto estaban más que bien iluminadas, como vemos en la otra foto junto a la periodista intrépida)... encontramos unas urnas de porcelana que recogían sustancias, elementos de farmacia y... en una de ellas, en la penubra... ¡ESTO!
Pincha para verlo más claro... sí. EXACTO: "
Ácido bórico".
¡Dios mio! ¿Qué demonios está pasando en este país? ¡¡Queremos una explicación ya!! ¡¡¡Ácido Bórico en el Palacio Real!!! ¿ESA TERRORÍFICA SUSTANCIA ALLÍ? ¿EN LA CASA DE TODOS LOS ESPAÑOLES? (Nunca he sabido exáctamente cual es esa casa, si el Palacio, el Parlamento, La Moncloa, El Senado, Torrespaña, el Inem...)
Y todo cobró forma en el entramado terrorista.
La teoría conspiratoria era cierta ¡pero era otra!
La amistad de Juancar con los marroquies y los paises árabes...
La oscura gestión del 23-F que justificó de por vida su tronete...
Que no diga ni mú de todo lo que está pasando que da vergüenza...
¡¡Todo encaja!!
Todo se esconde aquí. En este Palacio Real. Disimulado por colecciones de
Stradivarius, tronos y bodas, así como para despistar. Juancar tiene algo que decir y debe hacerlo ¡YA!
Al salir con este documento, al descubrir nuestra misión de apertura de ojos de los ciudadanos, sentimos el orgullo en la metalizada mirada de Larra.
Y encima, para colmo, luego fuimos al mesón de las tortillas y estaba cerrado. Que sí, que vale, que no tiene que ver, pero me dió mucha rabia. Eso sí, nos pusimos las botas en una tasca extremeña. ¡Ole y ole!