domingo, 29 de mayo de 2005

FesTIMADA 2005

Bueno, volviendo a los principios del Blog, voy a poner mi crítica (nuca mejor dicho) al Festimad 2005, bautizado como FesTIMADA 2005 porque...

Porque fué eso, un fes-timo absoluto. Que hijos de la gran... No me leeréis tacos habitualmente, pero es que es lo que son, unos malditos bastardos.

La cosa empieza el viernes, cuando nos dirigimos con la tienda y cacharros. Bueno, pues pensando que al ir a las 11 no habría aún casi nadie, pos no, eso estaba ya lleno de tiendas.
Pero eso no es culpa de nadie, si no de las ganas de la gente. Lo realmente acongojante es que estábamos en "Tierra de Nadie". En la publicidad te pone que hay zona de parking. Allí llegas y un policía barrigón te dice que esa zona es "pos ande puedas" en todo lo que cubre el polígono industrial ese alejado de todo rastro de civilización en 10 kilómetros.

Entramos en el recinto y resulta ser una mierda asombrósamente desértica, evidentemente de la hierba primaveral del maldito folleto, ni noticia. Ahí sólo había polvo reseco de los que das una patada y lo ves flotar durante horas. Pues imaginaros 40.000 patas mínimo a la vez 48 horas dando patadas. Gafas de ventisca, hacían falta.

Las "sombreadas zonas de árboles" eran descampados, páramos polvorientos con abetos de 30cm de altos (lo juro) esparcidos. Alguien lo bautizó sagazmente como "Abu Graib". Y no le faltó razón. Eso sí, Coranes en el servicio no se si había entre todo lo que he visto ahí... El parque de "La Cantueña" le llamaban. Ni para patatas servia.

Nadie de la organización (si es que la había) te guiaba al acampar. Una vez pasabas la puerta era "a tu bola". Por eso excepto un camino central, las calles habilitadas para facilitar comunicación entre las zonas para acampar ya no existían, estaban llenas de iglús y canadienses. Es decir, si querías poner tienda, te tocaba pasar entre 100.000 tiendas, saltar sus piquetas, sus avances, sus vientos, las basuras, las esterillas, los abetos de 30cm y hacer lo que se pudiera. Una situación GENIAL si hay una emergencia, un incendio o una inundación. Chachi. Ratonera, le llamo a eso.

Tras clavar las tiendas descubrimos el resto de maravillas que el recinto nos ofrecía. Estas eran, que para casi 30.000 asistentes había sólo un lugar con 3 grifos juntos. Esa era todo el agua que había. A no ser que fueras a las maravillosas duchas. Un barracón embozado con 5 alcachofas y pare de contar. Imaginen las colas. Eso para 30.000 personas. Y de W.c había 2 micro zonas con unos 10 por zona. Sin palabras. Eso es provocar sentimiendo de unidad, si señor: todos nos sentimos una basura al unísono.

Todo esto comiendo polvo, metiéndote polvo en los ojos y viviendo la peor experiencia desértica-asquerosa.
A parte de la situación de insalubridad, incomodidad, suciedad y falta de medidas de seguridad, como idiotas, continuamos pensando que con la música se pasarían las penas.

Así que nada, vamos a la maravillosa zona de conciertos.

Tras pasar 3 controles distintos (pese que que la zona de conciertos está dentro de la de acampada, así que has tenido que enseñar la entrada ya antes en otros 3 sitios) entras. Eso sí, cada día y en cada control te pedían cosas distintas, aleatoriamente. Unos días tenías que enseñar la entrada rota y la tarjeta, otro un sello invisible peor que una calcomanía del bollicao con los Snorkels, que si hoy lo pasas por el lector de códigos, que si hoy no, que si pasa-pasa-pasa... Todo para entar al recinto musical y encontrar... otro asqueroso páramo desértico con oleadas de polvo flotando que te vienen a la cara y ojos.

Al fondo, 2 escenarios que se alternaban y al otro lado una carpa. Entre las 2 zonas calculé 6 barras de bebida. Sí, 6 barras de bebida para casi 40.000 personas. Pero eso no era lo mejor, es que en cada barra había una media de 2-3 personas. A veces la maravilla provocaba que hubiera 5. A veces, 1. Eso sí, todos compenetrados: todos ponían el hielo con las manos. Eso en un campo con todo un mundo lleno de polvo. Como ocurrió al lado de la carpa, donde había 1 tipo descamisado, sudado, poniendo hielos con la mano mientras fumaba un porro y atendía una barra. Encima, si le pedías algo que no le apetecía poner, no te hacía caso y se iba para otro lado. Eso para acabar la jugada poniéndose 1 litro de cerveza y limón y yéndose de la barra a tomarla por ahí. Guachi!

Tenemos a casi 40.000 personas sedientas, polvorientas, apretándose para conseguir algo de beber en un sitio en el que te obligan a no pasar NADA de bebida alcohólica para que tengas que comprarla (a precio oro) dentro. No dejan entrar bebidas alcohólicas, ni envases que no sean de lástico y sin tapón, todo por "la seguridad de los grupos y gente" pero en el interior del recinto te encuentras con que el suelo está plagado de piedras como puños y mayores. Asombroso. Y además de no dejar entrar bebida el servicio que ofreces es una basura vergonzante. Guay. Y no hay grifos más que en 2 barracones atestados y atascados de mierda. Doble guay!

El segundo día todo "mejoró". Había menos gente, más borracha y de resaca (me refiero a la organización) y pasaban de todo. Encima sopló viento y el polvo ya era insoportable. La gente llevaba mascarillas médicas, un pañuelo o la camisa para poder sobrevivir.


Aquí se ve el polvo que había y como marca la foto, la gente con mascarillas. Eran miles.
Foto del blog "Cogiendo Caracoles", con un reportaje sobre el Festimad.

Y preguntaréis... ¿La música?

Y claro, en esas condiciones sólo falta que encima, el elemento principal, se vaya a hacer gárgaras. Pues nada, se fué. El sonido todo el fin de semana fué una auténtica basura, pérdidas de potencia, mala sonorización por el lugar... pero es que lo del sábado no tuvo nombre. Se cae un foco en el escenario paralelo al que tocaba Fu Manchú (eran 2 escenarios que se iban alternando) y deciden que lo van a parar todo hasta asegurarlo o desmontarlo. Bien, el parón duró casi 5 horas.
5 horas con una aglomeración impresionante de gente esperando, de parón, deseando ver a Incubus, System of a Down y Prodigy. 5 horas con una avalancha de gente que estaba ya hasta los mismísimos de esa mierda de festival organizado por el culo de un mandril. Y pasó lo que pasó: Desmayos, lipotimias, gritos, broncas, gente tirando piedras que daban a otra gente, cabinas de venta de tickets para consumición volcadas (y orinadas después) y dando varias vueltas de campana por el recinto, 2 toldos de barras y zona de descanso destrozados, una barra hecha trizas y amasijo de hierro tras asaltarla unos bestias (que repartían cual Robin Hood cerveza, refrescos y hielos), 1 coche apedreado (y de paso a los de alrededor) y otro destrozado y quemado.


Así quedó la barra. Foto chorizada del blog The Chaos of the Fetish


Oí hablar de antidisturbios pero entonces yo ya me había ido. Lo que si vi es la ambulancia que al parecer, retiraba a uno con la cabeza abierta por pedrada, mientras otros varios recibían impactos al estar situados en una grada (de prensa) junto al coche objetivo.
O sea que genial, ahora encima la cortina de humo para ellos será esta. Y no lo justifico, en absoluto, sobraba, pero no se puede ocultar la realidad.

Y es que la gente esperaba porque un desgraciado de la organización había salido a las 22:20, (hora en la que ya debería estar tocando Incubus) diciendo que por un "golpe de viento" deberían reparar algunas cosas pero que "enseguida empezará". Todo sin pedir disculpas. Por supuesto. Al parecer fué un foco que se cayó por el viento. El viento que soplaba era una porquería, así que me imagino que el desastre de organización se complementaba con el desastre al montar los escenarios. Si con esa brisa se sueltan focos que se supone están atornillados y llevan la cadena de seguridad...

A las 24:25 aparece ese imbecil de nuevo diciendo: "Buenas noticias chicos". Sólo deseo su cabeza en una pica y eso que a mi me gusta Belle and Sebastian, así que puedo imaginar qué le apetecía al resto de gustos más "heavys". Las "buenas noticias" es que en media hora iba a empezar ya la cosa. Bien, pues el concierto empezó al final a las 02:30. Media hora, eh... valiente desgraciado. Todo esto sin pedir disculpas, perdón o aportar solución. Y todo sin siquiera poner algo de música para amenizar la espera. No, 5 horas de espera entre polvo y muertos de asco. Conclusión: la mierda esa acabó a las 7 y algo, pero yo ya me había ido a la tienda de campaña hacía horas.



Pero claro, esos ladrones no suspendieron los conciertos por no tener que devolver la pasta. Así se hacen las cosas, sí señor.

Y todo esto con el dinero de 5 Ayuntamientos.

Váyanse a la mierda, señores del FESTIMO 05.

Ahí no vuelvo ni loco.

P.D: Para colmo, al volver el sábado después de la gran espera y desesperado, me habían rajado la tienda de campaña y entrado a robar en ella. Todo para llevarse unas gafas de sol y fastidiar la tienda, claro. Es otra maravilla de la organización, que en vez de pulseras de control tenía colgantitos, por lo que con salir un tipo con los de alguien podían meterse 1000 tios por la jeta. Así que por tu tienda podía pasar la gente de camping, la gente que sólo iba a ir 1 día de los conciertos y los que se colaran. Gran seguridad.

Ah y también se cagaron a 2 metros de la tienda, eso fué maravilloso. Y es que no solo en la organización había hijos de puta. Pero es que a esos les pagué una pasta.

P.D2: En lo musical, trístemente lo que menos he podido disfrutar, gran concierto de The Hives que me gustan mucho, vaya. Yo es que no conocía a casi ninguno de los grupos (iba por colegas, yo soy más de FiB) y me gustaron estos y Turbonegro, que tenían gracia. Marilyn Manson no se oía nada pero sus versiones de Tainted Love, Personal Jesus y Sweet Dreams me hicieron gracia. Slayer que los aguante su padre, con perdón. Y el grupo más absolutamente angustioso: The Dilinger Scape Plan, o algo así. Que espanto...