Ya tiene un año, la criatura.
No, no se asusten (o alegren demasiado), me refiero a "La Sexta", la televisión para la que trabajo.
El año pasado por estas fechas estábamos en una terraza tomando un vinazo mientras Emilio y sus amigos encendían el canal desde Barcelona. Aunque por la noche también hubo fiesta.
Era el inicio de un proyecto, de una nueva plataforma, de más campo en el que trabajar, soñar, expresar y compartir cosas. Por lo menos, para mi es eso. Evidentemente, para los señores de corbata es un negociete, dinero, trabajo, inversión. Pero no se por qué, siempre me dió la impresión de que en la creación de este canal reinaba la idea de: "Eh, tenemos una tele... para hacer lo que queramos... molaaaa". Y esa idea me hace gracia, como también me hace ilusión haber participado en el nacimiento de algo así.
Un año después la tele sigue. Y al parecer con buenas perspectivas, según sus jefotes. Y yo sigo en ella, en el mismo programa, una edición más. Y aunque sea una cuestión circunstancial, si que estoy contento y feliz tras un año y quiero celebrarlo. Aunque sea con taradetes como este:
No, no se asusten (o alegren demasiado), me refiero a "La Sexta", la televisión para la que trabajo.
El año pasado por estas fechas estábamos en una terraza tomando un vinazo mientras Emilio y sus amigos encendían el canal desde Barcelona. Aunque por la noche también hubo fiesta.
Era el inicio de un proyecto, de una nueva plataforma, de más campo en el que trabajar, soñar, expresar y compartir cosas. Por lo menos, para mi es eso. Evidentemente, para los señores de corbata es un negociete, dinero, trabajo, inversión. Pero no se por qué, siempre me dió la impresión de que en la creación de este canal reinaba la idea de: "Eh, tenemos una tele... para hacer lo que queramos... molaaaa". Y esa idea me hace gracia, como también me hace ilusión haber participado en el nacimiento de algo así.
Un año después la tele sigue. Y al parecer con buenas perspectivas, según sus jefotes. Y yo sigo en ella, en el mismo programa, una edición más. Y aunque sea una cuestión circunstancial, si que estoy contento y feliz tras un año y quiero celebrarlo. Aunque sea con taradetes como este:
Esta vez no estuvimos en un balcón con un vino. Estuvimos en el Buddha del Mar, el local más Zoolander de Madrid, que tiene más barras (libres) juntas de las que he visto en mi vida. Creo que ha sido la mayor cantidad de gente en una fiesta de este tipo que veré jamás. Y aunque sea sólo por eso, por la cantidad de currantes con algo que decir que estamos bajo ese proyecto, me alegro mucho de que cumpla un año.Sobre la fiesta, pues ya os podéis imaginar: Famosetes en grupito, los de cada programa haciendo corrillo, becarios locos armados con copas, gente que te saluda super-amistosamente aunque sólo los conoces de cruzártelos en el comedor... y muchas caras de "verás mañana, que a las 8:30 hay ensayo, verás".
Pero también hubo tiempo para las tradiciones, sí. Las tradiciones:
Y sí, ya se que en este medio lo que mola es decir que uno curra en un sitio de mierda, infavalorado, que si tal, que si cual, que si le oprimen, que si le explotan, que si no le dejan, que vaya y que buaaa y que anda y que psé. Y probablemente muchos tendrán razón. Pero no me apetece meterme en esos rollos. Permitidme desearle a currantes, espectadores, no-espectadores, sintonizantes, desantenizados, compañeros y a la tele ¡Feliz Cumpleaños!
¡Y ahora sigamos haciendo el capullo igual, amigos! ;-)
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Bien, vale, os lo dejo más sencillo. Es este hombre:
Y este es el logotipo de
Pues bien. Volvamos al Sábado. Yo, recién despertado, alegre por la manera de hacerlo, dicharachero, con una sonrisa confiada, bajo a ver la falla de mi barrio. La que está en mi propia calle. La del Barrio "San José". Una falla normalucha, de 2ªB (sí, hay divisiones) y de la que no espero nada especial. Pero llego, me acerco, miro y...
¡Dios! ¡No puede ser! ¡Nooo! ¡Y menos, la de mi barrio! ¡No puede ser! Miré hacia todas partes, ¿alguien me estaba gastando una broma? ¿Era una coña? ¿Quien me persigue? ¡¿Quién ha puesto ESTO aquí?!
Dios mío, ahora ya no queda ninguna duda… él… ¡También hace fallas! ¡Y viene a por mi!
Y sí, sí, no se preocupe que todos estamos bieeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeen!!





